Su presencia tranquiliza, impresiona, fascina. Caluroso desde el primer encuentro ; amistoso con el primer abrazo. Su pensamiento sigue el curso de una exposición mil veces repetida, mientras sus zigomáticos se activan y sus brazos se agitan al ritmo del verbo durante horas.
Nuestro primer encuentro con Rafael Santa Cruz, en un café de Barranco en Lima en julio 2013, fue una clase magistral. Muy pocas veces salimos de una entrevista tan maravillados. Rafael conoce el tema – escribió un libro – y puede divagar mientras horas sin perder a su público, siempre de manera generosa. Del cajón peruano, se volvió el embajador internacional. « No te olvides que es afroperuano », nos dice, y esta frase podría resumir todo su compromiso. Su tío (Nicomedes Santa Cruz) y su tía (Victoria Santa Cruz) recolectaban y estudiaban la cultura afroperuana, uno con la pesia, la otra con la danza, los dos muy cercanos al movimiento de la negritud. El se volvió músico cajonero, investigador del tema y productor de varios proyectos. (También era actor, pero es otra historia).
Su obra El Cajón Afro-Peruano materializa este símbolo nacional, y lo inscribe en una perspectiva histórica. Si quiere retocar la historia, lo hace con la modestia del investigador cuyos escritos se basan ante todo sobre las escasas huellas históricas de una comunidad marginalizada. Reuniendo talentos, crea puentes hacia el extranjero. El cajón es también un pretexto para crear el primer Festival Internacional del Cajón Peruano. En este marco creó y consiguió el récord de cajones tocados juntos en la Plaza de Armas de Lima. Sus apariciones escénicas en el documental son en realidad los inicios oficiales de su « súper banda » de músicos afroperuanos AfroPerú.
Pasamos horas, con dos cámaras y seis orejas, escuchando y cuestionando este narrador, acogidos generosamente en la antecámara de su grande y elegante casa republicana del sur de Lima en el barrio de Chorrillos. En abril 2014, Ritmos Negros del Perú tuvo el privilegio de ser presentado en preestreno mundial en el Festival del Cajón.
Rafael se fue un 4 de agosto 204, un poco más de un año después de nuestro primer encuentro. En Ritmos Negros del Perú, es la voz honesta del investigador, la autoridad de la historia, el músico militante. Era sobre todo, un amigo. Dedicamos el documental a la memoria de este hombre apasionado. Nuestros pensamientos van para su familia y sus parientes.
Gracias maestro !